¿Por qué este título para este artículo?
Florecer salió del ejercicio de arteterapia que hicimos en clases de la Formación: Facilitador Transpersonal, donde algo en mi pecho se expandió y comenzó a recorrer todos los momentos en los que uno florece aún sin saberlo.
Amo las flores que crecen del pavimento aún en esos días de calor intenso, de lluvia, de frío, de heladas, me identifican y ayudan a reflexionar.
Esta etapa en mí apareció sin darme cuenta, por suerte tengo la compañía de Marisela para los momentos en los que uno no sabe para dónde ir. Ella va conmigo para adelante si voy para adelante y para si yo necesito parar.
Esta etapa de transición previa a la transformación llega de manera inesperada.
Muchas veces se siente incómodo porque no estás más en donde estabas y a la vez tampoco estás donde querés estar. Algunas veces la mente nos lleva para atrás y a veces para adelante. Y ahí está el impulso para florecer ya que estemos donde estemos seguimos creciendo aunque no nos guste el contexto.
El pasito hacia "atrás" o los mal llamados "fracasos" son para mí, una oportunidad de remover la tierra, regarla, darle amor para poder avanzar con los pies firmes.
Florecer es respirar profundo, sentarse frente a esa emoción, reconocerla, abrazarla, validarla, darle lugar y agradecer por su existencia; ya que todas nuestras emociones necesitan ser respiradas con conciencia.
Hoy me encuentro en este periodo de transición, ya no soy la misma estoy transformándome. Gracias a esta etapa aprendí a poner límites, a decir sí a decir no, a verme, respetarme.
Mí nombre es Ailen y estoy agradecida por ésta oportunidad.
Ailen Arlettaz, alumna de la Formación Facilitador Transpersonal 2024
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