En cada ámbito donde me muevo me encuentro con personas deseosas de hablar y ser escuchadas.
En este mundo de aparente hiper – comunicación con el auge de las redes sociales, por estar super ocupados y en línea, descuidamos muchas veces la comunicación interpersonal. Y como se nos ha olvidado conversar, dialogar y reflexionar, muchas veces necesitamos recurrir a profesionales para que nos ayuden a recuperar algo que es tan inherente a la condición humana.
En este sentido, el rol del Facilitador Transpersonal atrajo mi atención por su modus operandis basado en el ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA, el cuál propone la escucha empática, la aceptación incondicional y la autenticidad, como las tres actitudes fundamentales que facilitan comunicaciones verdaderas, auténticas y saludables.
El facilitador da soporte, acompaña, orienta en los procesos de vida y transformación de las personas, acompañando, brindando presencia, escucha humana, intervenciones conscientes, sin juicios, sin interpelar al otro, con profundo respeto.
Cuando hablamos de conversaciones, no hablamos de hablar por hablar, sino de un diálogo en el que hay exploración, descubrimiento y aportación. Para ello es necesario dominar el sutil arte de preguntar y la escucha activa y empática.
El facilitador hace “preguntas poderosas” llamadas así por el impacto que generan en la persona que las recibe, motivándolas a considerar lo no pensado, lo no visto y a cuestionarse sus marcos de creencias. Hacer preguntas adecuadas, de la forma adecuada y en el momento adecuado lleva al consultante a dirigir su atención a las soluciones, dado que las preguntas poderosas se orientan hacia el futuro, hacia el cambio y vienen acompañadas de acción.
A su vez, el facilitador brinda al consultante una escucha comprometida, no monopoliza la conversación y sus intervenciones son contribución, no critica, no consuela ni minimiza los sucesos que cuenta el consultante, es un ser humano ante otro ser humano.
El Facilitador Transpersonal no promueve ningún PARCHE MAGICO. Brinda al consultante las herramientas necesarias para que el mismo encuentre sus propias soluciones a sus propios problemas.
No existen las soluciones mágicas, si la magia de la solución propia…
Carolina Dolce,
Alumna de la Formación "Facilitador del Desarrollo Transpersonal"
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