El cuerpo humano tiene una capacidad asombrosa de auto sanación y auto regulación.
Es como si tuviera una sabiduría interna que busca constantemente el equilibrio y la armonía.
El cuerpo posee sistemas complejos que trabajan en conjunto para mantener el equilibrio interno, desde la temperatura corporal hasta el pH de la sangre. Esta capacidad de autoregulación se denomina homeostasis.
Nuestro sistema inmunitario, por ejemplo, es una verdadera fuerza protectora que nos defiende de las agresiones externas e internas, como virus, bacterias , entre otras cosas. Tiene una increíble capacidad de reparar tejidos dañados, desde cortes superficiales hasta fracturas óseas.
El impacto del lenguaje en el cuerpo:
Cada célula de nuestro cuerpo posee una inteligencia propia que le permite comunicarse con otras células y coordinar su funcionamiento para mantener la armonía del organismo. Todo es información . Todo está en un constante intercambio de información y el lenguaje ya sea hablado o no, tiene un poderoso impacto. En el Sistema Premalkimia trabajamos con procesos de lenguaje con resultados reportados por consultantes y alumnos impactantes verdaderamente.
Sí, el lenguaje impacta nuestro cuerpo de diversas maneras.
Las experiencias que repetimos con mayor frecuencia, incluyendo pensamientos y sentimientos recurrentes , y respuestas emocionales frecuentes, se integran a nuestras redes neuronales y fortalecen las sinapsis asociadas con dichas experiencias favoreciendo que en un futuro experimentemos más de lo mismo. A ver, pensamos en palabras, esta el lenguaje presente en nuestros pensamientos y sentimientos.
“Los pensamientos cambian la química del cerebro. Con nuestros pensamientos modificamos los neurotransmisores. Si un hombre entra en una habitación con una pistola, sentimos una amenaza, y el cerebro libera norepinefrina. Nos ponemos tensos, alerta, nuestras palmas se vuelven sudorosas, y nuestro corazón late más rápido. Si al final todo resultó ser una broma, y el hombre nos dice que la pistola es en realidad de chocolate, el cerebro cambia rápidamente su opinión, se relaja, nos reímos… la broma está en nosotros, en nuestro pensamiento… ¡Sentimos lo que pensamos! El pensamiento positivo funciona. Como sugiere el ejemplo anterior, lo que pensamos acerca de una situación crea nuestro estado de ánimo” – Dr. Joseph M. Carver
La forma en la que respondemos ante determinadas experiencias moldea nuestras vías neuroquimicas . Lo que nos conversamos importa. Si nos enojamos, nos sentimos frustrados, integramos estos sentimientos en la red neuronal; si lo hacemos frecuentemente, creamos una relación neuronal a largo plazo con esos estados de humor.
Hablando de lenguaje, las afirmaciones positivas ayudarían a rediseñar rutas neuronales que favorecen una percepción e interpretación más amable de nuestras situaciones cotidianas.
Las afirmaciones positivas tienen su origen psicoterapéutico en la labor del francés Émile Coué. Su afirmación “Cada día, en todos los sentidos, me siento mejor”, repetida en el comienzo y el final de cada día, sirvió para cambiar el pensamiento inconsciente de sus pacientes.
Lo que nos decimos y como nos lo decimos no puede cambiar una complicada situación en sí mismas, pero sí tiene el potencial de transformar la forma en que percibimos e interpretamos esa situación. Entonces, al reemplazar la negatividad con nueva información, nuevas regiones cerebrales son estimuladas y nuevas estructuras neuronales son establecidas, ayudándonos a desarrollar una mentalidad optimista , y a romper las barreras que el pensamiento negativo pone en nuestro día a día.
¿De qué otros modos podemos favorecer entonces la auto sanación además del lenguaje?
- Una dieta saludable y equilibrada proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente.
- La actividad física estimula la circulación sanguínea, fortalece el sistema inmunitario y reduce el estrés.
- Un sueño reparador es fundamental para que el cuerpo se repare y se regenere durante la noche.
- El estrés crónico debilita el sistema inmunitario y aumenta la inflamación en el cuerpo. Asi que, practicar técnicas de relajación, como la meditación , reiki, yoga, sistema Premalkimia, etc, puede ayudar a controlar el estrés.
- Las emociones positivas estimulan la producción de hormonas que fortalecen el sistema inmunitario y promueven la sanación para ello debemos nutrir ideas optimistas y cultivar siempre una disposición de asentimiento a todo.
No olvides que el cuerpo es un sistema complejo que requiere de cuidado y atención para que pueda desarrollar su potencial de auto sanación.
Sos tu proyecto más importante, y sos el diseñador de tu experiencia de vida.
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