El ser humano desde un punto muy primitivo de su programación esta configurado para la lucha. De una y mil maneras se nos ha adoctrinado en la idea de la sobrevivencia del «más fuerte» fomentando la competencia para sobrevivir. Hemos sido condicionados a luchar , en lugar de la cooperar. «Si alguien,va a ganar, otro u otros tienen que perder «. Pero, ¿Y si te dijera que más allá de este condicionamiento la naturaleza humana es la compasión?. Compasión significa «sentir juntos» . Todo ser humano nace en una total experiencia de consciencia pura, y en la total compasión. El claro reflejo de la sabiduría del corazón. Esto significa que en esencia somos un centro expansivo de felicidad, paz y amorosidad. Desde ese primerisimo estado, estamos en una experiencia con el mundo de absoluta resonancia percibiendo y vivenciando la misma experiencia interna de felicidad, paz y amorosidad. ¿Qué pasa entonces?¿Cómo nos desconectamos de eso? Nuestra valoración organísmica primordial se verá pronto distorsionada debido a nuestra necesidad de consideración positva de nuestras personas criterio y asi nuestra valoración organismica pasará a ser una valoración condicionada a lo que se sumarán diversas experiencias de vida que activarán diversos «programas » de defensa ante un mundo que allí afuera nos puede atacar. Hay mucho por decir aquí,pero me quiero enfocar en esto: Volviendo a lo planteado al comienzo, las experiencias hostiles no son más que el reflejo de ese mundo en donde «o se mata,o se muere» . Hay muchas formas de matar y muchas formas de morir. Vale aquí recordar que una persona hostil es un ser sufriente que está pidiendo ayuda de un modo "rústico " o "bruto" . La compasión, es la fuerza. Existe en la humanidad un aspecto amoroso y compasivo inherente a todo humano, aspecto del cual muchas veces nos desconectamos en la «lucha por sobrevivir». El momento primigenio de la fragmentación y el desarrollo de lo que Eckart Tolle denomina "cuerpo del dolor" , nos separa de este centro puro a través de la experiencia del miedo. Existe una forma diferente de vivir , más allá del ser que estamos condicionados a ser. Esta forma diferente, que trasciende el modo condicionado de ser tiene que ver con hacer una nueva elección consciente. La compasión es una clara posibilidad, cuyo potencial yace en la naturaleza misma del ser humano,en la sabiduría del corazón. Si contemplamos la naturaleza y sus criaturas, veremos claras muestras de compasión en ella. El ser humano es el único en la naturaleza que tiene la posibilidad de diseñarse a sí mismo a través de su maravillosa tecnología mente-cerebro. Si ponemos a la mente al servicio de la sabiduría del corazón y elegimos ensayar un mundo que parta de la base de sabernos existiendo en red,interconectados como la ciencia lo demuestra, es posible ver en unos años más un mundo en donde la cooperación, la no violencia, la paz, la tolerancia, y la alta calidad de vida traducida en bienestar integral sea posible. Muchas corrientes espirituales y filosofías antiguas conocen desde hace miles de años que la práctica de la compasión y nobles virtudes, se traduce en calidad de vida, buena salud, longevidad, cero estrés, etc. Alta calidad de vida en cada ser que la practica y su impacto en todo su medio ambiental. Sin ir más lejos la filosofía budista nos propone esta práctica conocida como la noble doctrina. ¿Cómo se empieza? ¿Por dónde empezar? Esta es la clave principal. Hasta ahora nos hemos enfocado en cambiar el mundo, transformar el mundo, ayudar a otros, nos hemos enfocado solo afuera, por eso los resultados, de haberlos alcanzado, no son duraderos. Dice una frase que se le atribuye a Buda pero es en realidad de Jack Cornfield: «Si tu compasión no te incluye, no es completa « Tendremos entonces que emprender el camino del héroe y regresar al interior, al si mismo, pasando por aquel espacio o experiencia de nuestros más tiernos primeros años donde eramos el puro reflejo del Amor Bondadoso. La compasión es la hermana mayor de la empatía y así como es adentro, es afuera, por lo tanto todo empieza por mi. Tendré entonces que aprender o recordar cómo ser más empática, compasiva y amorosa conmigo misma. Empatía significa ,dicho de forma muy simple, ponerse en lugar del otro . Compasion significa sentir con el otro. Dado que estamos fragmentados , el camino entonces consistirá en ir hacia adentro, a lo profundo y empezar a escuchar cada una de mis partes, mis miedos, mis programas, y sentirme , registrar todas mis partes fragmentadas, y volver a recuperar la amorosidad y compasión hacia mi, de tal modo entonces, el mundo que es mi reflejo, se transformará y cada uno de nosotros como agentes de cambio, saldremos a contagiar la fuerza de la compasión, sin dudas la fuerza del nuevo mundo.
Cuando logremos producir la Alquimia en la relación con nosotros mismos y , muy especialmente, con nuestras partes que sufren . Todo lo demás se transformará. Escuche hace poco en una charla de Budismo de Lama Rinchen, que el Ego es Auto Aferramiento: la obsesión con el bienestar de uno mismo desde un centro de miedo. Se trata de cambiar el centro, y se empieza renovando los votos de amor bondadoso con nosotros mismos .
Marisela Fortuny 💎
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