La vida es una travesía , a menudo nos encontramos con encrucijadas que requieren tomar decisiones, algunas simples y otras más trascendentes .
Son nuestras elecciones las que moldean nuestro destino y bienestar, y a menudo tomamos decisiones y hacemos elecciones desde el miedo. Esto es bastante habitual a nuestra condición de humanos. Pero habitualmente las decisiones motivadas por el miedo no nos conducen al bienestar ni a una vida plena.
El miedo es una trampa al momento de hacer elecciones que puede nublar nuestra percepción y coartar nuestra capacidad para tomar decisiones sensatas . Elegir desde el miedo a menudo nos lleva a decidir basados en la evasión de riesgos o la preocupación por consecuencias potenciales, en lugar de considerar lo que realmente nos nutre, desafía y nos hace crecer.
Reconocer cuando estamos tomando decisiones desde el miedo es fundamental para cultivar una vida consciente , significativa y abrir más posibilidades que potencien e impulsen nuestro crecimiento de modo trascendente.
Algunos indicios comunes de decisiones motivadas por el miedo incluyen:
• Evitar riesgos a toda costa:
Esto nos lleva a elegir únicamente para evitar situaciones desafiantes o inciertas, sin considerar ni posibilitar oportunidades de crecimiento personal.
• Decidir por presión externa:
Ceder a las expectativas sociales o presiones de otros, sin considerar nuestras propias necesidades o valores.
• Perpetuar la zona de confort:
Optar por lo conocido y seguro, limitando nuestro crecimiento personal o profesional empequeñesiendo nuestra vida.
Es importante aprender a elegir desde la claridad de lo que sí queremos ,con visión de futuro. Entonces, tomar decisiones desde un lugar de plenitud, confianza y consciencia nos lleva a resultados más satisfactorios.
Algunas estrategias para cultivar una mentalidad de elección consciente incluyen:
1- Prácticas de autoconocimiento:
Explorar nuestros valores, fortalezas y deseos personales para fundamentar nuestras decisiones en lo que es auténtico para nosotros.
2- Gestión del miedo:
Reconocer y gestionar las emociones del miedo para no permitir que dominen nuestras elecciones, utilizando técnicas como la meditación,o el diálogo interno positivo.
3- Buscar el crecimiento:
Optar por decisiones desafiantes que fomenten el crecimiento personal, aún cuando impliquen cierto nivel de incomodidad es lo que hace la diferencia .
Elegir desde el miedo es un callejón sin salida que limita nuestro potencial y bienestar. Al cultivar la consciencia en nuestras decisiones, abrazamos la posibilidad de un crecimiento significativo, aceptando la incertidumbre como parte del viaje. Nuestras elecciones son una expresión de nuestro poder interno, y merecen ser hechas desde la confianza, la autenticidad, el amor propio y el compromiso con la vida que queremos vivir . Al final, al abrazar la valentía de elegir desde un lugar de posibilidad, plenitud y confianza, nutrimos el camino hacia el bien vivir.
Marisela Fortuny 💎
Consultora Sistémica y NeuroContemplativa
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