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Foto del escritorMarisela Fortuny

Intimando con mi miedo

El movimiento automático y reactivo que nos surge cuando algo nos da miedo es cerrarnos a ello ya sea huyendo o declarandole la guerra. Recuerdo que cuando era pequeña soñaba en una época con una espantosa bruja que me daba mucho miedo . Era verde, fea, tenía dedos largos ,huesudos y uñas afiladas me amenazaba con hecharme a su caldera. Fue una época terrible, de mucho terror.

Se lo conté a mis padres. Ellos me explicaron que como en el cuento de "Alicia en el País de las Maravillas ", no era real y que era sólo un sueño. Eso fue muy poderoso para mí.

Llegó la noche. Me tape hasta dejar apenas la punta de la nariz afuera para poder respirar como si eso me protegiera...sabía que apenas durmiera iba a estar ahí. Era un sueño recurrente. Me dormí repitiendo "no es real es solo un sueño". El sueño vino y mi pesadilla también. Entonces, temblando de terror ,muerta de miedo le dije bajito: " no sos real,solo sos un sueño" y lo repetí , y lo repeti cada vez más en alto , hasta que desapareció...

Sin saberlo , ese día había aprendido tan solo con 5 años algo importantisimo : Aprendí a intimar con mi miedo.


Nuestros sentires son mensajeros. Sentir emociones es algo totalmente natural. Todas ellas vienen con un interesante y muy contributivo mensaje.

A menudo el miedo es un indicativo de que estamos por dar un gran salto . Podemos entonces, elegir trabajar con la energía de todo fenómeno y situación como el medio hábil para el desarrollo de una mejor versión de nosotros mismos. Para ello debemos hacer espacio, reconcoer, y asentir a este miedo.

Cuando una situación nos da miedo nos sentimos al límite de lo desconocido, se nos corre el piso, sentimos que no hay de donde agarrarse. En definitiva , si nos ponemos a pensar, la vida es pura incertidumbre e impermanencia y nuestra ilusión de certidumbre y permanencia es eso: solo una ilusión. Todas tus conclusiones y certezas no son nada definitivo y permanente. La vida es pura incertidumbre en incesante cambio.


Íntima con tu miedo. No huyas. Hacele lugar, permanece ahí con él. Conocelo y familiarizate. Míralo directo a los ojos no , como quien intenta solucionar o resolver algo, más bien como un modo de deshacer todas tus viejas formas de ver,oír y pensar...

Tener el coraje de intimar con nuestro miedo, de amigarnos con la impermanencia y la incertidumbre requiere del coraje de morir continuamente. Si seguis huyendo o combatiendo al miedo, solo seguiras permaneciendo instalado en tu zona se seguridad que es una cajita llena de tus sesgos cognitivos. Mientras la vida,que es puro presente incesante , seguirá su curso y vos solo permanecerás encerrado en tu cajita sin desplazamiento, ni desarrollo o actualización alguna.Por ello , pensate afortunado la próxima vez que te encuentres con el miedo y tengas la posibilidad de intimar con él. Aquí viene un salto grande.

Seguí moviéndote con lo que se mueve, no te aferres a tus conclusiones , no rechaces ,ni te cierres tan fácilmente porque algo no es como pensabas. De hecho, como dice Pema Chodron: "Nada es como pensábamos, eso es algo que puedo afirmar con toda confianza ". Solo conocemos palabras, teorías , ideas. Las palabras son sólo señaladores, indicadores ,puentes ...La palabra o la idea que tenes de manzana,no es la experiencia o vivencia de saborear esa manzana.


Cuando el miedo venga, solo permanece y empeza a abrirte, en vez de cerrarte. Si le hacemos espacio, y tenemos el coraje de morir a cada segundo abrazandonos a la incertidumbre e impermanencia de la vida , es cuando podremos vivenciar verdaderamente el momento presente, podemos fluir con el curso de la vida dando un gran salto evolutivo, significativo para nosotros y otros seres. El miedo siempre nos señala un gran salto evolutivo que se avecina. No lo olvides nunca: todo siempre contribuye con tu mayor despliegue.


Marisela Fortuny 💎



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