El cuerpo humano es una maravilla de la naturaleza, dotado de una capacidad innata para regenerarse y autosanarse. Esta asombrosa habilidad se manifiesta a lo largo de toda la vida, permitiendo al organismo recuperarse de lesiones, combatir enfermedades y mantener un equilibrio interno.Una de las formas más evidentes de esta capacidad es la regeneración celular. Las células del cuerpo están constantemente muriendo y siendo reemplazadas en un proceso continuo. Por ejemplo, la piel se renueva constantemente, formando una barrera protectora contra el entorno. Este proceso de regeneración celular es esencial para la reparación de tejidos y la preservación de la función orgánica.
El sistema inmunológico, otro componente clave en la capacidad de autosanación, trabaja incansablemente para defender el cuerpo contra invasores externos como bacterias, virus y células cancerosas. La producción de anticuerpos, la activación de células inmunitarias y la memoria inmunológica son mecanismos sorprendentes que permiten al cuerpo adaptarse y resistir a una amplia gama de amenazas.
Incluso el sistema nervioso posee la capacidad de regenerarse en cierta medida. Aunque las neuronas no se renuevan con la misma rapidez que otras células, se ha demostrado que el cerebro puede generar nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida, lo que contribuye a la plasticidad cerebral y a la capacidad de aprendizaje.
La capacidad de autorregulación del cuerpo se extiende más allá de los procesos celulares y del sistema inmunológico. Mecanismos como la homeostasis garantizan que se mantenga un equilibrio interno óptimo, regulando factores como la temperatura corporal, la presión sanguínea y los niveles de glucosa.
Por ello es tan importante la nutrición en todo sentido, no solo en cuanto a la calidad de la dieta y los alimentos que ingerimos sino también en como nutrimos nuestra mente y nuestro espíritu. El descanso y el ejercicio en este proceso no puede subestimarse. El ejercicio regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también estimula la circulación sanguínea y mejora la salud en general.
Tu cuerpo fue diseñado para rejuvenecer, regenerarse y curarse a sí mismo. Ya son muchas las evidencias de diversas fuentes, que muestran esto. Cuando se necesitan probar nuevos medicamentos se realizan experimentos con diferentes grupos de personas. Siempre sucede que a un grupo se suministra el medicamento y a otro, se le da un placebo que puede ser una píldora de azúcar o una solución de agua y azúcar . Obviamente, las personas en el grupo placebo , no lo saben. Todos creen han recibido el tratamiento real.
En estas experiencias se ve como en el grupo placebo al menos un 30% al 60% mejoran sus condiciones, mientras que en el grupo que recibe el medicamento mejoran el 80% y el 90% y esto muestra la eficacia del medicamento. Ahora, ¿cómo se explica que el grupo placebo también muestra mejoras y sin embargo, no recibió el medicamento?
Existe una relación directa entre lo que pensamos, creemos y esperamos y la capacidad de nuestro cuerpo para sanar y la mente puede ser una herramienta poderosa para convencer al cuerpo de que puede sanar.
Existen estudios realizados por el Dr. Fabrizio Mancini en un período de 25 años compartidos en su libro The Power of Self-Healing donde se muestra que los pacientes que cultivaban el optimismo sobre su tratamiento se curaron un 40% más rápido que aquellos que no lo hicieron.
Existe ,por ejemplo, una historia en el libro del Dr. Joe Dispenza , "You Are The Placebo", donde se cuenta la historia de que durante la Segunda Guerra Mundial, un cirujano estadounidense, se quedó sin suministro de morfina y tuvo que operar a un soldado gravemente herido . Le preocupaba que, sin el analgésico, el soldado moriría debido a un ataque cardiovascular fatal. Entonces, la enfermera que lo sabía, llenó una jeringa con solución salina (agua salada) y le dio la inyección al soldado pretendiendo ser el analgésico.
El soldado reaccionó como si hubiera recibido la morfina. El Dr procedió a cortar la carne del soldado y lo volvió a coser sin anestesia. El soldado , entonces, contó que sintió poco dolor y sobrevivió.
El soldado creía, así que su cuerpo hizo lo mismo. Nuestros pensamientos, creencias y las expectativas que tenemos sobre nuestra curación es lo que activa y facilita la curación en nuestros cuerpos. Cuando el soldado creyó que recibió la inyección real; su expectativa fue que calmaría el dolor, por lo que su cuerpo procedió a producir su propia morfina natural para igualar la creencia que tenía el soldado.
No se trata este artículo de no buscar tratamiento médico . Los médicos y la ciencia moderna tiene su función fundamental ,sobre todo cuando se lleva con consciencia . La idea de este artículo es que tomes consciencia de que sos mucho más. La idea es que comprendas más la conexión con cuerpo y con tu mente y que comprendas el enorme poder que tenes para influir a tu mente para abrir nuevas posibilidades y crear un espacio propicio para la autosanacion, algo que muchos de nuestros ancestros sabían y aplicaban.
En verdad, creo que es cuestión de tiempo, tengo la certeza de que en algún momento la perspectiva de la medicina, de la ciencia, será holística .
Somos mucho más y contamos con la capacidad de diseñar que humano seremos en todo sentido.
Marisela Fortuny 💎
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