Los seres humanos somos seres interpretativos. Interpretamos constantemente la realidad que nos rodea a través de nuestros sentidos, nuestra cultura, nuestros valores y nuestras experiencias previas. Incluso cuando recibimos información objetiva, como datos científicos o hechos históricos, nuestra interpretación de esos datos puede variar dependiendo de nuestra perspectiva y contexto personal. Por ejemplo, dos personas pueden leer la misma noticia y tener interpretaciones diferentes basadas en sus propias creencias y experiencias. Esta capacidad de interpretación es lo que nos permite ser creativos, reflexivos y críticos en nuestra forma de pensar y tomar decisiones. Sin embargo, también puede llevar a malentendidos y conflictos si no somos conscientes de cómo nuestras interpretaciones personales influyen en nuestra percepción de la realidad.
Somos seres interpretativos, luego emitimos juicios
En la práctica de la ecuanimidad a la que nos instan muchas filosofías de oriente, con el fin de trascender al personaje que estamos condicionados a ser para desplegar nuestro mayor potencial nos invita a permanecer sin aversiones ni apegos . Podríamos expresarlo también como permanecer sin apegos positivos ni negativos . Esto ,nos sugiere trascender nuestros juicios.
Ahora. ¿Es posible vivir sin emitir juicios?
La forma en que hablamos y nos comunicamos influye en nuestra percepción del mundo y en nuestras acciones. Pensandonos como seres interpretativos, dotados de cognición, dotados de lenguaje, nos resulta complicado afirmar que podemos vivir sin hacer juicios ya que el lenguaje y los juicios son inherentes a la forma en que nos relacionamos y entendemos el mundo.
Los juicios son un aspecto fundamental no solo del lenguaje sino de nuestra forma de pensar y actuar. Aqui entonces debemos comprender que los juicios no son algo malo o negativo en sí mismos, sino que son una herramienta esencial para la toma de decisiones y la comprensión de la realidad. El problema surge cuando los juicios se convierten en prejuicios y estereotipos que limitan nuestra comprensión , condicionan en un sentido u otro la percepción de la realidad y nos llevan a tomar decisiones equivocadas.
Por tanto, la clave no es evitar hacer juicios, sino ser conscientes de los juicios que hacemos, cómo estos influyen en nuestra percepción y acción. Es importante tambien comprender que un juicio es un punto de vista, que el mismo es solo la vista desde un punto y que hay tantos puntos de vidta como seres humanos en el planeta. Por ello es importante interpelar nuestros juicios y tomar una acción verdaderamente reflexiva hacia los mismos, examinando nuestras creencias y prejuicios para no quedarnos atrapados en ellos. Asimismo, es fundamental aprender a comunicarnos de forma más efectiva, evitando el lenguaje estereotipado y polarizado que limita nuestro entendimiento de la realidad.
Cuando se nos invita a corrernos de nuestros juicios, a practicar la ecuanimidad ética por ejemplo, suele entenderse esto como la demonización de los juicios y por lo tanto se cree que deberíamos vivir sin emitir juicios . Este no sólo es un grueso error de interpretación, sino que es hasta peligroso puesto que va a llevarnos a negar nuestra propia humanidad y como sabemos , es justo en la exclusión, en el rechazo de nuestros aspectos en donde nacen las distinciones que nos llevan a enfermar de muchas maneras. Además es una proeza inmensa y sin sentido ya que somos como humanos seres ínterpretativos, dotados de cognición. No podemos dejar de emitir juicios. Pero la práctica permanente de tomar nuestros juicios como puntos de vista, que son sólo la vista desde un punto, hace que no nos aferremos apegadamente a esto y que podamos habitar una dimensión más amplia donde somos conscientes y a partir de allí abrirnos a un territorio, que es más amplio que todos y cada uno de nuestros mapas.
En conclusión, una forma saludable nos invita a ser conscientes de cómo el lenguaje y los juicios influyen en nuestra percepción, realidad y acción, pero no sugiere que podemos vivir sin hacer juicios. Lo importante es aprender a utilizar los juicios de forma crítica y reflexiva, para no quedar atrapados en prejuicios y estereotipos que limitan nuestra comprensión de la realidad. En definitiva, ya lo dijo el Buda hace 2600 años: "duda de todo". El punto es saber que tus juicios son solo un punto de perspectiva y que por ello mismo, no es sabio ni saludable aferrarnos a los mismos como verdades indiscutibles. Cuando podemos hacer esto podemos colocarnos como observadores conscientes incluso de nuestros propios juicios , somos espacio y podemos recibir incluso los juicios del otro como lo que son : un punto de vista interesante y ésta es una elección que abre muchas más posibilidades .
Marisela Fortuny 💎
Kommentarer