Los seres humanos , somos por defecto, seres condicionados, con un enorme potencial para el cambio pero más tendientes a conservar.
La búsqueda de la felicidad parece a veces una utopía , "algo" que se pierde y que nuevamente "va a suceder"... en algún tiempo futuro:
"Cuando termine la casa"
"Cuando los chicos se reciban"
"Cuando me jubile y tenga más tiempo para mi"
Cuando...Cuando... Siempre 3 , 4, 8 pasos adelante en algún futuro...
Y si la felicidad no fuera una meta?. Y si fuera parte de nuestra misma esencia? Y si el ser humano en esencia fuera paz , dicha y amor bondadoso sin depender de causas externas?
Si observas a cualquier niño muy pequeño es el vivo reflejo de estas tres condiciones mencionadas y se relaciona con el mundo organísmica y fenomenológicamente . Esta vacío de puntos de vista y juicios , es puro espacio todo consciencia. En algún momento del viaje, simplemente nos desconectamos.
Recuperar nuestro estado intrínseco de esta esencia tripartita de plenitud requiere de iniciar por desmalezar...
Es necesario revisar el jardín de nuestra mente , de nuestra consciencia condicionada y separar maleza, malas semillas, todo aquello que provoque estados aflictivos en nosotros y en otros. Remover, desmontar el cuerpo del dolor hasta el estrés raíz e ir cubriendo los huecos con nobles virtudes , con consciencia pura tal como se hace en el kintsukoroi:
Kintsukuroi o “reparación con oro”. Hace referencia a una técnica artística de origen japonés que se remonta al siglo XV y que consiste en arreglar fracturas en piezas de cerámica que por el paso del tiempo o por un accidente se agrietaron o sufrieron algún desperfecto rellenándolas con oro.
Cuando hayamos preparado nuestra tierra, y la misma sea nuevamente tierra pura podremos entonces empezar a sembrar las nuevas semillas.
Experimentar y vivir la felicidad o no, depende de nuestras semillas de consciencia. Aquello que elegimos habitar, es lo que formará nuestra realidad. Como dice Thich Nhat Hanh:
"Si nuestras semillas de compasión, comprensión y amor son fuertes, esas cualidades podrán manifestarse en nosotros. Si las semillas de ira, hostilidad y tristeza en nosotros son fuertes, entonces experimentaremos mucho sufrimiento."
Por ello antes de juzgar a alguien , por más fundado que consideremos nuestro juicio vale que hagamos una pausa y consideremos las semillas que ha cultivado antes y ahora. Tengamos en cuenta también que no es el único responsable por esas semillas , probablemente las mismas vinieron pasando hasta él desde sus antepasados, sus padres , la sociedad . Existe una corresponsabilidad por estas semillas de consciencia, ya que vivimos ,seamos conscientes o no, una existencia en red. Por lo tanto , cada semilla que elegimos nutrir no solo impacta en nuestra vida , sino en toda la red. Esta en nosotros seguir sembrando maleza o un jardín de bellas flores.
Comprender esto también nos abre a la compasión por nosotros mismos, por nuestros ancestros que nos han pasado las semillas que pudieron y que han hecho con ellas lo mejor que pudieron y , sobre todo , abre nuestra consciencia y nuestro corazón hacia el otro, posibilitando relacionarnos desde la comprensión y el amor bondadoso. También nos vuelve responsables por nuestras propias semillas y podremos estar más atentos a las malas semillas para removerlas y elegir no cultivarlas.
Cada día , cada segundo estas sembrando semillas con tus pensamientos, acciones, tus prácticas...
Qué semillas estás cultivando?. Son semillas que crean condiciones favorables?. Te acercan estas semillas a una realidad de más amor y más consciencia?. Te acercan o te alejan de tu mayor potencial?
Cada segundo estas sembrando. No lo olvides .
Marisela Fortuny 💎.
En Bien Vivir de uno, es el Bien Vivir de toda la red.
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