Crecí siendo una oveja negra, una divergente y aunque suene a declaración heroica, no no lo es, no lo fue. Alguien del entorno cuando era pequeña decía : "Ella es rara, igual que su nombre."
Escuchar eso era incómodo como mínimo, era doloroso en verdad. Eso hizo que me fuera alejando de mi propia esencia y comenzara a confiar más y cada vez más en el afuera que en mi propio ser y sentir.
Así aprendí a adaptarme, amoldarme y a ser...como dice la canción: "Aprendí a ser formal y cortés " ...🎵
El resultado de eso es que me volví alguien más de la masa, al menos aparentemente, y así algunos quedaron conformes pensando : "uffff, ya está entendió ". Por un tiempo me sentí adecuada y dije : "OK, ahora si soy una más".
El punto es que " del derecho y del revés, uno solo es lo que es y anda siempre con lo puesto " y los ropajes y mascaradas para encajar empiezan a pasar factura, te van quedando incómodos y te van generando dolor.
Alejarse de la propia esencia, de tu verdad nunca es gratis.
Validando a la Oveja Negra soy
Llego un momento que de tanto adaptarme, no sabía quién era yo en verdad y tenía una angustia y una confusión existencial inmensas .
Ser diferente al resto de la sociedad implico para mi tener una sensibilidad muy aguda y una percepción distinta del mundo que me rodeaba . Era como ser de un color destellante en un lienzo en blanco, que aunque intentaba tapar ocultar seguia vibrando y destacando entre la monotonía de lo común para incomodidad de muchos .
Aquellos que vemos y sentimos el mundo de manera diferente a menudo somos incomprendidos, tachados de raros porque no hacemos lo que hace el resto y como lo hace el resto.
Me llevo un alto costo y muchas sesiones de terapia comprender que en mi singularidad estaban mis recursos , mi fuerza y mi don.
Mi sensibilidad me ha permitido captar matices y emociones que otros pasan por alto, y mi percepción me ha brindado una perspectiva única que enriquece mi experiencia de vida. Solo era necesario confiar en mí y comenzar a moverme desde mi propia verdad, mi propio pulso interno.
Suena lindo y hasta épico. Pues no, no lo es. Es difícil, bastante difícil sobre todo cuando sos un adolescente y tenes que empezar a volar ,pero los que te rodean te miran con la desconfianza de quien no comprende que sos un ave de otra especie. Hoy, también los comprendo a ellos. Hoy también puedo ver en su miedo ,porque esa dinámica de querer adaptarte a la masa a lo que cueste,no es más que eso: miedo.
Las ovejas negras, con suerte tenemos alguien un ser en el camino que confía en nuestra singularidad. De otro modo, tendremos que hacerlo por nosotros mismos.
Ser diferente no es un defecto, es un regalo que nos invita a explorar nuevos horizontes y a apreciar la diversidad que nos rodea.
No es mejor, ni es peor. Es lo que es.
Es la vida manifestándose en cada uno, de un modo particular.
El punto justo de Bien Vivir es alcanzado cuando aprendemos a pertenecer a nosotros mismos, abrazando y apreciando nuestra rareza y abrazando a la red que nos rodea, en pertenencia y diversidad.
Distintos, sí. Pero no distantes.
Marisela Fortuny
Consultora Sistémica y Neuro Contemplativ
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