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Foto del escritorMarisela Fortuny

RELACIONES SANAS: LA DISTANCIA JUSTA PARA SER AMIGOS


Leí una frase de Bert Hellinger hoy temprano, que, como siempre me ocurre con sus frases, me abrió a nuevas reflexiones y comprensiones. Decía: "La proximidad nos relaciona y nos separa, dependiendo de quién se nos acerca, o nosotros a él. Una proximidad indiscutible solo existe entre padres e hijos y en la pareja."


Palabras más, palabras menos , en este texto Bert Hellinger plantea algo así como "la distancia justa" en relaciones como la amistad.


A menudo nos sucede desilusionarnos con algún amigo y, entonces, me pregunto:

"¿Será que a veces esperamos mucho más de lo que ese otro, en su rol de amigo, puede y sería saludable que nos de?"


Salimos a la vida, asi con heridas y todo, con carencias y todo. Salimos con lo que traemos como bagaje emocional con lo que hemos hecho , con como hemos aprendido a relacionarnos, con como hemos aprendido que era el amor y con la ciega necesidad de compensar nuestros agujeros del alma...


"Una distancia debe permanecer entre amigos, de lo contrario las fronteras entre ellos se borran, y entonces se vuelven también rivales. Al acercarse demasiado, corren el peligro de que uno se ponga en el sitio del otro. Para evitar esto, la distancia entre ellos debe ser conservada."

Bert Hellinger


Sin embargo, muchas gente comparte de una u otra manera su desilusión por algún amigo o amiga que no lo quiere "como él siente que se merece".

Debemos ser honestos , poner una mano en nuestro corazón y mas allá de juzgar el modo de ser amigo del otro, preguntarnos qué estamos esperando exactamente, chequear que sean las expectativas de un yo adulto y no las de un niño herido y tomar en cuenta ciertos desequilibrios en el dar y tomar de esta relación entre amigos y sus muchas derivaciones disfuncionales a modo " del amigo abusivo": que siempre toma,pero no da, del "amigo ambulancia ": que sale siempre al rescate y da siempre y demás, del "amigo sol": que pretende ser el centro donde todos giren a sus alrededor adulando y ensalsando al astro en cuestión, y miles de etcéteras.


Rescato la frase de Hellinger, la proximidad entre amigos debe ser relativa. En una relación saludable, es decir de adultos,lo que es igual a decir : entre dos personas autónomas, sostenidas en sí mismas , con su historia lo suficientemente integrada como para no proyectar sobre el otro lo no resuelto, yo me ocuparé de mis necesidades y vos de las tuyas. Yo me ocuparé de lo que espero de una relación y vos de lo que vos esperas y también, para ser justos, deberemos revisar como es nuestro dar y nuestro tomar en esta relación.


Quien da más, perdón por incomodarte amigo lector ,pero no es más bueno. Quien da demás, amenaza la relación. Se pone en un lugar de poder aumentando la deuda cada vez más de ese otro ,hasta que llegue el punto en que ese otro deberá soltar la relación puesto que se sentirá un deudor moroso incobrable ,y habrá perdido toda dignidad.


Desilusionarte de tus amigos después de todo puede que no sea tan malo ,y es más, puede que sea buenísimo ya que cuando me des ilusiono, ya no te veo según la proyección del velo ilusorio que antes te cubría y que yo misma diseñe y te coloqué.


Hace muchos años hablaba con alguien mayor que yo y yo le comentaba acerca de mi sistema de círculos de amigos que tenía : en uno estaban los íntimos, en el otro los más conocidos , en el otro los circunstanciales y en el centro mi familia. Esta persona luego de mirarme con risa en sus ojos por tamaña clasificación me dijo: "Yo solo tengo 2 círculos: mi familia y todo el resto". Muchos años me llevo comprender la lucidez de lo que me había dicho.


Los amigos son personas con las que recorremos cierto tramo del camino, con la sana distancia para ser y hacer, sin ahogarnos en una relación de codependencia cual niñas de 2do grado. Dos personas con puntos de encuentro, que se sostienen más o menos en el tiempo según el crecimiento y evolución de cada una, y con puntos de desencuentro donde a veces, se complementan y a veces, ni siquiera eso.


Un amigo esta allí para enriquecernos juntos, para jugar en el juego de la vida , mientras tengamos ganas de jugar sin obligaciones de ningún tipo y si ya no queres jugar conmigo o yo no siento más ganas de jugar con vos ,no somos malas personas, solo estamos moviéndonos por nuestro camino , movidos por la propia vida. Entonces seguiremos cada uno por su cuenta, con el respeto y el reconocimiento de que fuimos parte del camino con más gratitud y menos reproches.


Caminando juntos, no pegoteados, con la proximidad justa que nos permita ser totales y únicos, con los puntos y espacios de encuentros y con las diferencias. Mientras dure, mientras tengamos genuinas ganas de "jugar juntos el juego de la vida" sin sentirnos obligados a hacerlo y cuando ya no tengamos las mismas ganas, llegará el momento de soltar...con amor y en gratitud.


𝓜𝓪𝓻𝓲𝓼𝓮𝓵𝓪 𝓕𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝔂 💎

Consultora Sistémica y Neuro Contemplativa

Instructora y Guía Sistémica

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