A veces es necesario tomar distancia.
A veces no queda otra opción.
A veces es por un tiempo.
A veces dura una vida.
A veces es lo más saludable no solo para uno, sino para todas las partes involucradas.
Ante todo es necesario que empiece con una distinción importante. En la Formación de Consultores Sistémicos que dicta DisciplinasparaelBienVivir, por ejemplo, hacemos una importante distinción entre vínculo y relación .
El vínculo no se elige y más allá de que ya no nos relacionemos seguimos vinculados con cada ser que fue parte de nuestra experiencia de vida desde los de mayor precedencia como nuestros padres, a aquellos seres que pasaron por nuestra vida durante una etapa a traves de una experiencia compartida como puede ser: compañeros de estudios, accidentes , personas que nos han hecho un gran bien o quienes consideramos que nos causaron mucho dolor.
En cambio la relación, a diferencia del vínculo que es para siempre, varía, fluctúa y puede terminar.
Permanecemos vinculados a todos los seres que fueron, son y serán parte de nuestra vida, asi nos relacionemos o ya no.
Habiendo hecho esta salvedad . Ahora sí, hablemos de aquellos casos en que lo mejor para todos es tomar distancia:
Cuando una relación activa nuestros estados aflictivos, a veces tomar distancia es lo más saludable, no solo para nosotros sino para todas las partes involucradas.
Somos seres sociales y como tales nos desarrollamos y crecemos a través de las relaciones. Las relaciones cumplen la saludable función de impulsarnos a nuestro mayor despliegue.
Ahora, a veces las relaciones en lugar de llevarnos a lo mejor , a un lugar saludable de mutuo crecimiento, activan en nosotros estados aflictivos. Entonces, es momento de parar y revisar.
Si hablamos de relaciones , hablamos de emociones:
Ser maduros emocionalmente es una condición fundamental para establecer relaciones sanas.
La madurez emocional se trabaja, se desarrolla.
Cuando las personas son inmaduras emocionalmente necesitan de un otro para regularse emocionalmente, lo cual es natural y esperable en niños. Las relaciones basadas en inmadurez emocional se dan en parejas, amistades, incluso en relaciones padres e hijos, etc
Las relaciones inmaduras causan mucho sufrimiento y se caracterizan por la dependencia e impiden el desarrollo personal de cada miembro de esa relación. Las personas atrapadas en este tipo de relaciones se mantienen atascados en una situación de dependencia donde el otro resuelve, domina, supervisa y controla nuestras decisiones.
Por ejemplo: en el caso de padres e hijos . Padres que supervisen aspectos de la vida de su hijo de 15,16,17 años como horarios , relaciones, decisiones, etc. es natural y saludable . Pero si ese hijo o hija tiene 30, 35 años y se pretende seguir supervisando, algo no anda bien.
Una relación no saludable, activará nuestros estados aflictivos: apego, frustración, enojo, ira, depresión, confusión. Entonces, es muy importante disipar los factores que activan los en nosotros estados aflictivos porque éste es un camino que solo nos lleva a crear cada vez condiciones mas desfavorables.
Es necesario y hasta vital en estos casos imtervenir esta situación y tomar distancia:
Esta toma de distancia es en realidad a nivel interno, en el sentido de que no me afecte lo que me venía afectando. La intervención de un terapeuta suele ser de gran ayuda, y reducir el contacto con situaciones, lugares, personas que provoquen reacciones adversas o estados aflictivos a veces es parte del camino, ya que de ese modo tendremos la suficiente tranquilidad para emprender el viaje de restauración , reconciliación y desarrollo de las habilidades específicas y necesarias . A veces esta distancia es por un período hasta poder volver a la relación con más recursos y pudiendo poner distancia interna a aquello que activa nuestros estados aflictivos. No obstante, a veces no es suficiente. A veces, como por ejemplo, donde alguna de las personas en la relación sufre de ciertas patologías, ciertos trastornos, no basta una distancia temporal y por nuestro bienestar psíquico y físico no hay otra opción que tomar una distancia más duradera de la relación que hasta puede ser una distancia física.
En estos casos extremos y sobre todo cuando la relación es con gente de la familia , muy especialmente aunque la distancia física en la relación sea necesaria . No lo es a nivel del vínculo.
Tomar distancia no necesariamente implica excluir.
El trabajo comprometido y acompañado de un terapeuta adecuado que no pretenda inducirnos y respete nuestros tiempos en el proceso, nos llevará a sanar el vínculo, a reconciliar el vínculo, a poder apreciarlo y honrarlo más allá de que ya no nos relacionemos.
A veces , es necesaria la distancia para poder sanar, poder tomar el amor que hay , reconocer el vínculo. A veces, lamentablemente, es el único camino ya que de otro modo serían tantos los estados aflictivos que se bombardean constantemente que son como una especie de nube tóxica que no deja lugar a nada más.
El Bien Vivir de uno, es el Bien Vivir de toda la red.
Marisela Fortuny 💎
Consultora Sistémica y Neuro Contemplativa
TOMAR DISTANCIA
Actualizado: 16 mar
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